Importancia del uso de protectores hepáticos de la producción de pollos de engorde

 

El hígado es el órgano que desempeña un mayor número de funciones vitales indispensables para el organismo animal, entre las que se pueden destacar tres especialmente relevantes:

Desintoxicación: Actúa como un filtro que procesa y elimina toxinas procedentes de los desechos producidos por el propio metabolismo, toxinas y sustancias químicas nocivas provenientes del ambiente y microorganismos que son eliminados por las células de Kupffer.

Síntesis: Juega un papel muy importante en el proceso de digestión y metabolización de nutrientes (carbohidratos, lípidos y proteínas) a partir de la estimulación de la síntesis de ácidos biliares.

Almacenamiento: Es el principal órgano de almacenamiento de energía que tiene el organismo gracias a los altos niveles de glucógeno (fuente de hidratos de carbono) y vitaminas liposolubles (A, D, E, K) que es capaz de almacenar.

Por todo ello, el hígado tiene un papel clave como centro de una serie de actividades metabólicas y productivas, y su nivel de actividad será directamente proporcional al nivel al que trabaje el metabolismo. Esto implica que durante el crecimiento animal en sistemas de producción intensiva, el hígado está potencialmente expuesto a sufrir el daño provocado por una amplia variedad de sustancias nocivas, tanto derivadas de los diferentes procesos metabólicos (ej. especies reactivas de oxígeno), como derivadas de otras externas ajenas al propio organismo (xenobióticos).2,3 Como consecuencia de ello, bajo estas condiciones la actividad hepática puede ser un factor limitante de la productividad. En este sentido, el uso de un aditivo hepatoprotector evitará que esta actividad disminuya, mejorando significativamente el rendimiento de la explotación.

Bajo estas premisas, la utilización de un aditivo hepatoprotector en la alimentación tiene dos objetivos fundamentales:

Mejorar la integridad y la regeneración de los hepatocitos, optimizando la capacidad de desintoxicación del hígado que le permitirá contrarrestar mejor los efectos dañinos de las micotoxinas, metales pesados, pesticidas, antibióticos y otras sustancias, como promotores de crecimiento químico, sobre la salud y el rendimiento de la producción.

Favorecer la síntesis hepática estimulando la actividad de enzimas digestivas que aseguran una óptima utilización de nutrientes: hidratos de carbono, proteínas, grasas y vitaminas liposolubles, incrementando su absorción intestinal y, por tanto, su biodisponibilidad.

Tipos de aditivos hepatoprotectores disponibles en el mercado

Los protectores hepáticos actúan protegiendo el hígado de las toxinas y estimulando sus funciones, lo que conlleva mejoras en la salud, el crecimiento y la producción.

Existen dos tipos diferentes en el mercado:

Origen herbario: formados por la combinación de un número variable de hierbas con diferentes propiedades hepatoprotectoras como Phyllantus niruri, Azadirachta indica, Andrographis paniculata, Achyrantes aspera, etc.

Donadores de grupos metilo: se basan en la capacidad de los grupos metilo de unirse a las toxinas favoreciendo su eliminación del organismo. Entre los compuestos capaces de donar grupos metilo destacan ciertos aminoácidos y sus derivados (ej. metionina, carnitina, betaína, etc.), los derivados de vitaminas (ej. colina).

Ambos pueden tener una presentación líquida o en polvo. Los protectores hepáticos líquidos se añaden en el agua de bebida y se emplean generalmente con propósitos curativos, ya que las aves que se ven afectadas por problemas hepáticos normalmente disminuyen significativamente su consumo de alimento, no así la ingesta de líquido. En el resto de situaciones, cuando se emplean con propósitos preventivos, los protectores hepáticos en polvo son los más empleados por presentar una mayor rentabilidad.

Uso de una mezcla poliherbaria como protector hepático

Se evaluó la eficacia de una mezcla de cuatro hierbas con diferentes propiedades hepatoprotectoras; Phyllantus niruri, Azadirachta indica, Andrographis paniculata y Achyrantes aspera en 180 pollos Ross machos procedentes de una granja comercial que fueron transportados a los 20 días del nacimiento a una unidad específica donde recibieron diferentes programas de alimentación.

Los 180 animales se dividieron en 6 repeticiones de 3 grupos de 10 animales cada uno:

Grupo A (control positivo): se les alimentó con dieta normal.

Grupo B (control negativo): se les alimentó con dieta normal suplementada con 10% de aceite de soja oxidado y 0,5% de sulfato ferroso.

Grupo C: mismo alimento que al Grupo B, pero suplementado con 250 g de mezcla poliherbal por tonelada de alimento.

Durante la fase de recuperación (días 32 a 42), los Grupos A y B recibieron dieta normal y el Grupo C dieta normal suplementada con 250 g de mezcla poliherbal por tonelada de alimento.

El estudio se realizó en el segundo período de crecimiento, comprendido entre el día 20 y el día 42. Las aves se pesaron individualmente los días 20, 31 y 42, y la mortalidad se registró diariamente. El consumo de alimento y el índice de conversión alimenticia se midieron los días 31 y 42. También se realizaron análisis sanguíneos y autopsias (peso del hígado) el día 42 (Tabla 1). Al final del estudio se obtuvieron muestras de sangre para evaluar diferencias entre los tratamientos replicas hublot con respecto a dos marcadores séricos de inflamación hepática; Aspartato transaminasa (AST) y Fosfatasa alcalina (ALP). Para el estudio estadístico se eligió un riesgo alfa del 5%.

Como se puede ver en los resultados recogidos en la Tabla 1, la inclusión de aceite de soja oxidado y altos niveles de sulfato ferroso en la alimentación redujo ligeramente, pero no significativamente, el rendimiento de crecimiento. La suplementación con 250 g de mezcla poliherbal por tonelada de alimento sí mejoró significativamente la conversión alimenticia y el peso corporal durante la fase de intoxicación (días 20 a 31), lo que podría indicar que esta mezcla poliherbal introducida permitió al hígado utilizar el aceite de soja oxidado como fuente de energía.

Conclusión

La optimización en el uso de piensos y el aumento de la productividad son dos de los aspectos más importantes en la industria avícola. Debido a la importancia que el hígado tiene en la digestión, absorción y metabolización de nutrientes, la utilización de protectores hepáticos que estimulen su capacidad de eliminación de productos dañinos, como micotoxinas, metales pesados, pesticidas, etc. y que permitan un transporte y utilización adecuado de los nutrientes para garantizar una adecuada valorización de la dieta, supondrá una mejoría en el índice de conversión alimenticia, en la eficiencia del desarrollo y en el rendimiento de la producción, y contribuirá a maximizar el retorno de la inversión realizada en el alimento.

 

By: Sandra Olivera  y Alfred Blanch.

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